En la clase abierta de quinto grado comenzamos con una breve introducción sobre qué son las fracciones, ejemplificando con situaciones de la vida cotidiana para que fueran más fáciles y claras de entender. Luego, realizamos un juego en el que cada niño, junto a su familia, debía encontrar la representación gráfica de las fracciones que íbamos nombrando. El primero en completar una línea de forma horizontal, vertical o diagonal y cantar «¡bingo!» ganaba.
Fue una jornada muy divertida en la que combinamos el aprendizaje con lo lúdico, disfrutando juntos de una actividad que permitió reforzar los contenidos de manera entretenida.